Walter Goodfellow, el bienin-tencionado párroco de Little Wallop, está tan obsesionado con escribir el sermón perfecto que ni ha notado que su mujer, Gloria, tiene una aventura con su pro-fesor de golf, el hortera Lance. Tampoco se ha fi-jado en que su hija Holly cambia de novio todas las semanas y que su hijo Petey se ha convertido en el principal objetivo de todos los matones del colegio. Gloria tiene la impresión de que está perdiendo el control sobre su vida. Está harta de los ladridos incesantes del perro del vecino, de su matri-monio sin amor y de las aventuras de sus hijos adolescentes, y re-za todas las noches para que la salven.